Autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública, Ministerio de Desarrollo Social y del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay presentan hoy el “Acuerdo interinstitucional de apoyo a la continuidad educativa de madres y padres en Enseñanza Media".
El documento incluye un protocolo de acciones a seguir ante situaciones que puedan afectar la continuidad educativa de estudiantes embarazadas, y de madres o padres de niñas y niños de hasta 5 años. Garantizar el derecho a la educación, en particular de este grupo de estudiantes, es motivo de preocupación de todas las instituciones que participaron en la elaboración de esta hoja de ruta, señalaron los involucrados.
En este sentido, el documento se basa en el marco legal y normativo relacionado al cumplimiento del efectivo derecho a la educación.
Entre sus aspectos fundamentales se destaca la continuidad de los estudios de las estudiantes embarazadas; la flexibilidad para estudiantes de centros educativos de ANEP y las soluciones de cuidado para hijos.
El trabajo se enmarca en el Sistema de Cuidados y se encuentra en consonancia con la línea de protección de las trayectorias educativas promovida por la ANEP.
Las estrategias para diseñar soluciones específicas para estudiantes embarazadas y madres o padres de niñas y niños de hasta cinco años, pueden incluir orientación educativa vía telefónica o personalizada en el centro educativo, adaptación y flexibilización de la propuesta curricular, becas para estudiantes de Educación Media, y el ingreso de niñas y niños a diferentes espacios de educación y cuidados.
La consejera del CODICEN, Elizabeth Ivaldi dijo que se trata de una política que requiere considerar el derecho de los estudiantes, pero también de los niños pequeños.
“Hay que pensar en espacios adecuados para el cuidado de los niños y en qué tiempos, evitando una sobre institucionalización y que asistan por la noche”.
La consejera explicó que las estrategias presentes en la hoja de ruta no son excluyentes entre sí, ya que abarcan espacios de educación y cuidado, combinar con la familia posibilidades, generar acuerdos y otorgar becas, entre otras acciones.
“Los alumnos en esta situación dejaban de concurrir a los centros educativos o lo hacían con sus hijos y la respuesta no podía ser que dejen de estudiar. De lo contrario se genera un círculo vicioso que incluye el trabajo precario, y repercute en el proyecto de vida de ese joven y del niño. Es algo que tenemos que asumir”, reflexionó.
Se espera que este acuerdo ayude a mejorar historias de vida en el sentido de disminuir el abandono y el rezago. No obstante, opinó que la mayor repercusión será a nivel personal.
Cabe señalar que en este sentido y ejemplo de ello está Soriano, donde hace un tiempo viene funcionando con singular éxito el espacio denominado “Luna Lunera”.